Viejos relatos en los que se conjugan la leyenda y la historia, dan cuenta que los olivos crecieron en forma silvestre en Siria y Asia Menor. Corría el año 3500 A.C.

Los Pueblos del Mediterráneo, entre ellos los hebreos, árabes, romanos y fenicios, extendieron el cultivo del olivo que llegó hasta las regiones del Océano Atlántico.

Ya en el Siglo XVI , llegan a América los primeros olivos de la mano de los monjes franciscanos y de los colonizadores. Las tres primeras plantas llegan a la Capital de Perú, Lima en el año 1560. Una de ellas es robada y llevada a Chile. A partir de entonces, cuenta la historia que desde Perú se diseminan las semillas de olivo y llegaron alrededor de 1775 a México y California.

Por otra parte, ya a mediados del siglo XIX, se registra la llegada de plantas de olivo al Sur de Australia provenientes de Sicilia. Hoy en día, también encontramos olivos en Japón y el sur de Africa.

Cincuenta y cinco siglos de historia, y llegamos al día de hoy. Al cultivo de olivo le sumamos la mejor tecnología y damos paso con ella a la creación de nuestra planta industrial en San Juan.

OLIVSAN SA, reúne historia y presente con un producto de calidad internacional: nuestro aceite de oliva.